El pozole mexicano es uno de los guisos más populares del país. Es una sopa cuya base son los granos de maíz blanco al que se le añaden verduras, carnes y especias, según la región del país en la que se consuma. Los mexicanos suelen comerlo en la época de las fiestas patrias, es decir, en septiembre. Existen muchas variantes del pozole ya sea blanco, rojo, verde, con marisco o vegetariano.
El pozole es una sopa con mucha historia. Su historia se remonta a la época de los nahuas. Los nahuas comían un guiso llamado tlacatlaolli, que significa maíz de hombre en náhuatl. Se preparaba con granos de maíz y carne humana. Sí, has leído bien, con carne humana. Los antiguos nahuas cocían el maíz y daban a cada uno un pedazo de carne con el caldo y el maíz cocido, así lo relató fray Bernardino de Sahagún en sus escritos de la Historia General de las Cosas de Nueva España. Esta carne procedía de los guerreros que capturaban en el campo de batalla y se los ofrecían a los dioses como sacrificio. No sería hasta 1530, año en el que el conquistador Nuño Beltrán de Guzmás llegó Tonalá, cuando dejaron de emplear carne humana para hacer su guiso. Este fue el predecesor del pozole mexicano tal y como lo conoces ahora.
La tradición actual de comer pozole en septiembre está relacionada con la cosecha del maíz, que es el ingrediente principal del pozole.
Los ingredientes del pozole son muy variados, pero hay un componente que está presente en todos, el maíz cacahuacintle. Existe una variación de maíz que solo es posible recogerlo en el mes de septiembre y se cultiva en el centro de México. Este es el que se utiliza en el pozole. El maíz cacahuacintle es un maíz blanco grande y harinoso, pero al cocinarlo se abre y se vuelve espumoso. El maíz, o como lo llaman en México, elote se cocina con dos cucharadas de cal por cada kilo de maíz y agua. No es una elaboración apta para principiantes en la gastronomía mexicana.
Una de las ventajas del pozole es que puedes añadirle todos los ingredientes que quieras una vez esté cocinado. Así puedes personalizarlo a tu gusto. Puedes añadirle aguacate, queso o chicharrones.
Existen más de 30 tipos de pozole diferentes en México. Algunos de los más conocidos son el pozole blanco, el pozole rojo y el pozole verde que se preparan con carne. El pozole de marisco y el vegetariano.
El pozole blanco es el más básico y típico de México. Se elabora con maíz y carne de pollo y cerdo. Este tipo de pozole mexicano es con el que los niños empiezan a comer este plato tradicional porque en su elaboración no se precisa ningún tipo de picante.
El pozole rojo, o de estilo Jalisco, está considerado uno de los más tradicionales de México. Donde más se consume es en los estados de Sonora, Guanajuato, Nayarit, Sinaloa y Tlaxcala. Para su elaboración es necesario maíz, carne y chile guajillo, es el que le da ese color rojo tan característico.
Se puede cocinar con carne de pollo o de cerdo. El color del pozole verde proviene de la mezcla entre el tomate, las pipas de calabaza, el chile poblano (cuyo color es verde oscuro) y el epazote, que es una hierba aromática muy usada en México. Este es uno de los pocos pozoles que se acompaña de aguacate, cilantro y chicharrones.
El pozole de marisco puedes hacerlo con pulpo, almejas o camarones. Puedes optar por el marisco o pescado que más te guste para su elaboración. En función del nivel de picante que soporte tu paladar puedes prepararlo de un color u otro.
Si no comes carne te gustará que los pozoles también tienen una versión vegetariana o vegana, que puedes hacerlos con champiñones. Puedes prepararlos con cualquiera de sus colores ya sea rojo, blanco o verde.
Además de todos los pozoles anteriores, existen otros como: el pozole de todos los Santos, el pozole verde con sardinas y pescado, el pozole de lengua o el pozole de cola de res, entre otros.